Cada vez hay mayor tendencia a los espacios abiertos. La supresión de taquiques nos dan mayor sensación de espacio y libertad, y esto nos lleva a buscar otras formas de dividir los espacios. Si nuestro espacio es reducido pero queremos separar las estancias, podemos utilizar las paredes de cristal. Con ellas conseguiremos dividir y al mismo tiempo tendremos sensación de amplitud.
Pero existen estancias que al estar comunicadas pueden resultar incómodas. Es el caso de las cocinas y los comedores. Si estas habitaciones están unidas puede resultar desagradable por los olores que se generan al cocinar, especialmente en las casas donde se cocina mucho, donde esta separación se hace imprescindible.En general podemos utilizar paredes de cristal para separar cualquier estancia. Esto tendrá ciertas ventajas e inconvenientes.
Entre las desventajas, hay que destacar que una pared de cristal nos priva de la intimidad, es decir, que no es recomendable para ciertas estancias donde ésta intimidad es necesaria. Otra gran desventaja es el mantenimiento y limpieza de estas paredes. El cristal es un material que se empaña con facilidad. Además, cada huella que pongamos en él se notará, por lo que se hará necesario la limpieza frecuente para que una pared de cristal luzca bonita.
La principal ventaja es la libre circulación de la luz natural y la continuidad visual que nos dará sensación de una estancia más amplia. Un material para tener en cuenta es el cristal de pavés. Sirven para ahorrar espacio, conseguir luz natural y darle un toque personal a nuestro hogar. Además, existe una amplia variedad de colores que harán el cristal más traslúcido. Este tipo de paredes suele ser muy práctica para oficinas o despachos, aunque no tanto para baños o cocinas.
También podemos emplear el cristal solo para la parte alta de la pared, para que renunciar a la intimidad pero a la vez conseguir luz en varias estancias. |